martes, 17 de febrero de 2009

Entrevista con Jason. El humor negro en la BD.


EL AUTOR NORUEGO JASON Y SU HUMOR NEGRO.

John Ame Saeteroy, alias Jason, es el único autor noruego que ha traspasado las fronteras franco-belgas de la bande dessinée. Tras "Chhht!", "Des morts et des vivants" o "J'ai tué Adolf Hitler", publica con su línea clara cínica e impasible el album "Low Moon & autres histoires", una oda melancólica a la poesía de espada, garrote o pistola, un grito divertido y conmovedor del sufrimiento de la existencia.

Jasón tiene el humor negro de los amores imposibles y de los muertos en serie. Nada es supérfluo en el mundo del silencio, de miradas vacías, de expresiones ocultas, donde el azar no tiene sitio y el absurdo lo domina todo.


¿Es la muerte una fuente inagotable de inspiración para el arte y el humor?

En mis historias hay muchos muertos, pero no tengo ninguna explicación para ese fenómeno. Nunca he visto morir a una persona en la vida real. Tal vez sea el resultado de una obsesión de mis personajes, son tipos capaces de matar a las mujeres que aman. De hecho, no tengo ninguna explicación para el amor. Simplemente constato que tanto el amor como la muerte pueden dar origen a buenas historias...


En sus historias hay muchos muertos pero poca sangre, como si, de alguna forma, matar fuese jugar...

Es muy fácil usar la violencia con el único objetivo de sorprender, pero eso no me interesa. Juego con la contención, con la emoción subyacente. Es una violencia larvada que no busca su exaltación, algo que es mucho más eficaz, ya que fuerza al lector a imaginarse las cosas. Cuando no se escuchan los gritos de la víctima, se obliga al lector a interiorizarlos.


¿Sus personajes no tienen nunca remordimientos?

En "Proto film noir", uno de los episodios de Low Moon, utilizo la muerte como un running-gag o como un guiño al cine negro. Pero en la última historia del libro "Tu es là", hablo directamente de remordimientos, del hecho de que siempre nos arrepentimos de algo en la vida, poco importa el qué. Ese es un tema recurrente en mi obra. Mi primer álbum traducido al francés, "Attends..." ya contaba la historia de un chico que se avergonzaba de la muerte de su mejor amigo.


Usted dibuja personajes impasibles, poco expresivos y que no muestran sus emociones. Algo que llega al lector. ¿Cómo lo consigue?

En la época del cine mudo, Buster Keaton nunca mostraba sus sentimientos al espectador, porque la emoción es más auténtica cuando nace de los pequeños detalles de una historia, cuando no se lo decimos todo al lector o espectador.


Algunas de sus historias llevan ese principio al paroxismo con bocadillos de diálogo sin texto alguno.

No es algo premeditado. No hago un script antes de dibujar un álbum. Cuando cojo el lápiz me doy cuenta que el silencio puede ser más espresivo que las palabras. Eso me permite ocultar al lector lo que piensan los personajes y dejarle que él mismo rellene esos bocadillos de texto. No me gusta explicar mis historias, prefiero no decir nada sobre ellas, cultivar el misterio, no es para frustrar al lector, es que muchas veces ¡ni yo mismo tengo las claves y las respuestas!


¿El rostro triste de sus personajes es una forma de llevar el humor negro a los guiones?

Estoy convencido que la muerte es algo muy doloroso que algunas veces puede resultar divertido. Mi trabajo, es convertir la muerte en algo divertido, incluso ,cuando ella misma, no lo es. Pienso que en la vida no hay nada que sea tan serio que no te puedas reir de ello. Mis obras se alternan sistemáticamente entre lo serio y lo humorístico, entre la realidad y el absurdo.



Entrevista de Daniel Couvreur publicada en el diario Le Soir el 13/02/09


1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena la entrevista.

Impacientes Saludos.